[Historias de la Revolución Educativa] Newton Tejada, instaló puertas y ventanas en la escuela Básica Gregorio Luperón, en Palo Blanco, Baní. En un mes se ganó 100 mil pesos. "Todavía me queda algo".
Del colmado, Leoncio Reyes fió en confianza a los obreros durante la construcción de la escuela. Sus ventas crecieron un 20%, dice en buen banilejo.
"Ellos venían y si querían algo de crédito se lo dábamos: 2 mil, 2 mil 500 pesos, dependiendo; no los dejábamos pasar hambre”.
Argenis Santana, joven pintor y padre de un niño, picó también dando color con la brocha y el rolo, a razón de 4 mil 500 pesos semanales.
"Tomaría yo que hagan otra (escuela) al lado pa’ seguí”.
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Demasiado positivo. Video