Cuando se nublaba, nos mandaban para la casa. Eso se acabó
2 Julio 2015 | 13:07Quita Sueño, Sánchez Ramírez. Estudiantes de secundaria de la comunidad Quita Sueño mostraron su alegría al saber que el próximo año escolar estrenarán un plantel con condiciones óptimas para recibir docencia, integrado a la Tanda Extendida.
Y no es para menos, por años tuvieron que estudiar en una edificación construida de plywood techada de zinc, “cuando se nublaba, los profesores nos mandaban para la casa”, manifiesta la joven Damaris Núñez, quien concluyó su bachillerato en esas circunstancias.
El patio parecía una piscina
La Tanda Extendida les da a los padres la oportunidad de salir a trabajar. |
¨El patio se llenaba de agua y parecía una piscina cuando llovía, las goteras nos obligaban a meternos en un rincón, a estudiantes y maestros”, recuerda María Alejandra Custodio Ortega, quien cursará el cuarto grado de la secundaria.
“Es una diferencia grande, del cielo a la tierra¨, enfatizó al comparar la vieja edificación con las nuevas instalaciones del Liceo José Antonio Adames. “Ahora los estudiantes tendrán mejor educación y más experiencia porque estarán en Tanda Extendida”.
Explicó que unos 300 estudiantes recibían docencia en situación precaria, lo que, significó, quedará en el pasado.
“Ahora tendremos canchas, comedor y biblioteca”, apuntó.
Se acabó pedir bolas
Esta obra representa un progreso a Quita Sueño y sus moradores. |
Narcisa Salazar, una señora de esta comunidad narró que sintió mucha alegría por los estudiantes cuandoel Gobierno construyó el nuevo Liceo: ¨Mi hijo para estudiar tenía que trasladarse pidiendo bola a Cotuí¨, explicó.
Considera que la obra ¨está muy bien¨, porque ahora los estudiantes aprenderán más y estarán cuidados, además del ahorro que representa para la economía doméstica, recuerda que tenía que darle 25 pesos diarios a su hijo para la merienda.
Con la ganancia, ayuda a su mamá a comprar medicamentos
Los niños esperan con ansias el inicio del año escolar, para estrenar su escuela. |
Francis Hilario, quien trabajó en la construcción del liceo, explicó que con la ganancia que obtuvo ayudó a su mamá a comprar los medicamentos para su tratamiento de salud y para cubrir las necesidades de su pequeña hija.
Ramón Martínez Custodio, pescador de oficio y Francis Hilario coinciden en afirmar que el nuevo Liceo es una bendición de Dios y un progreso para la comunidad de Quita Sueño.
Mientras que Ana Luisa Hernández Hilario, señala que el padre que quiera llevar a su hijo a estudiar a Cotuí es porque quiere, ¨porque ya sí tenemos un liceo cómodo¨.
Esperaron por más de 20 años
Matías Márquez, miembro de la Asociación de Agricultores Unión y Progreso de Quita Sueño, recuerda que las entidades comunitarias llevaron a cabo diferentes acciones reclamando la construcción de un liceo, ya que los estudiantes ¨estaban pasando penurias¨.
“Aquí se dio un salto del cielo a la tierra con esa obra que el presidente nos ha hecho, les damos muchísimas gracias. Esperamos esta obra por unos 20 años”, significó.
¡Jesús, Dios mío!, exclamó al recordar la situación que vivían los estudiantes, al reiterar que la edificación del Liceo viejo no estaba apta para que se impartiera docencia.
Márquez aseguró que con la Tanda Extendida, tanto hombres como mujeres tendrán la posibilidad de trabajar fuera de la casa.
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