Castañuelas, Montecristi.- Joshua Genao está feliz con su nueva escuela. Dice que es muy buena para los niños de Castañuelas. “Yo estoy muy satisfecho con esta escuela nueva”.

Él acude a la nueva escuela básica Profesora Ramona Muñoz de Pascal. Al igual que sus hermanos Carlos y Génesis, sabe que allí aprenderá más y mejor. El plantel ya fue entregado a la comunidad por el presidente Danilo Medina.

Está buena la comida

Cada uno tiene sus intereses bien definidos. Al compartir sus impresiones, Carlos el pequeño de los tres, no puede evitar referirse a la comida en la escuela. Lo hace con una gran sonrisa: “Está buena la comida”, dice. Es evidente que es una de las cosas que más le gusta.

Génesis, en tanto, se orienta más hacia el laboratorio de informática. Allí puede hacer sus clases en la computadora.

Se acabaron los lugares prestados

Antes, los niños no tenían escuela. Recibían docencia en lugares prestados, como el club, la parroquia o una fundación. Como nómadas.

Dalia Pérez, madre de Joshua, Génesis y Carlos, valora la nueva infraestructura por muchas razones. Entiende que ahora los niños están más cerca, mejor cuidados y en una zona más tranquila. Es consciente de ya cuentan con el ambiente idóneo para estudiar.

Castañuelas necesitaba esta escuela

Agradeció al presidente Danilo Medina por todo lo que está haciendo por la comunidad de Castañuelas. “Muchas gracias señor Presidente por lo que está haciendo, Castañuelas necesitaba esta escuela”, sostuvo.

Del mismo modo Minerva Tejada, madre de Alison, también sufría por la situación. “No teníamos dónde tenerlos. Los llevábamos a esos centros prestados”, enfatiza.

Pero siempre pendientes y preocupadas por sus hijos. Vivían una situación de inestabilidad y zozobra. Era habitual que los sacaran si los centros se necesitaban para otras actividades.

Alison también compartió sus experiencias en la antigua escuela. “Antes en la escuela vieja nos mojábamos, llegábamos empapados a la casa, ahora estamos mejor”, explicó con timidez.

Triunfo para las madres

Tejada siente que esta nueva escuela ha sido un triunfo para las madres de esta comunidad. Agradeció igual al presidente Danilo Medina. “Esta comunidad se siente muy orgullosa del gran trabajo que hizo”.

Valoran que sus niños ya están todos juntos. Seguros y cuidados. Ya no sienten temor de que les pase nada. Además, “ahora todo el mundo en mi casa puede trabajar, no hay desasosiegos”, recalca.

Niños felices: estudian, corren, juegan, se divierten

Elsa María Polanco, madre de dos niñas, siente que sus hijas van a la escuela felices. Lo compara con el estado anímico que tenían cuando estaban en el antiguo centro.

Antes estaban en espacios muy reducidos. “En una misma aula había varios cursos, como 4 profesores, cada uno en una esquina”, resalta.

Más no se puede pedir

Pero ahora corren, se divierten, juegan. Es un sueño hecho realidad. “Están felices. Recuerdo el primer día que fueron, me dijeron: “Wow mami, ¡qué escuela más linda tenemos ahora!”.

Me voy al trabajo tranquila, cuentan con profesores responsables y capacitados. Además están bien cuidadas y las quieren mucho, cree que ya más no se puede pedir.