Daniel Almonte aprendió el oficio de orfebre (artesano del oro y de la plata) y de inmediato se propuso ser independiente. Desde entonces lo ha intentado tantas veces como ha podido. El empeño no ha resultado fácil. Vive en Puerto Plata.

La solidaridad del Gobierno es mucho más que préstamos. Reciben además capacitación financiera, y pueden acceder a Banca Solidaria a través de las 63 sucursales que tienen en todo el país.

Su persistencia se ha visto recientemente recompensada con un préstamo de Banca Solidaria por 75,000 pesos para adquirir maquinaria y material gastable.

Además de dinero, Banca Solidaria ofrece a sus clientes educación financiera en dos talleres. Uno a los 15 días de recibir el préstamo y otro al mes. Allí les muestra cómo calcular costos, rudimentos de contabilidad y cómo fijar el precio de la mercancía que van a vender.

Banca Solidaria, luchando contra la usura de prestamistas de los barrios, tiene más dinero disponible para prestar; más de 5,000 millones de pesos el año pasado a disposición de nuestros emprendedores.

Banca Solidaria está prestando a un ritmo de 200 préstamos diarios a pequeños y micro empresarios, 75 mil al año.

Las tasas de interés son de 8% anual para la industria y de 11% para el comercio y servicios.

Liberación e inclusión

La presencia de Banca Solidaria en los barrios empobrecidos de nuestros pueblos y ciudades libera a los empresarios chiquitos de la usura barrial y logra su inclusión financiera (acceso al crédito).

Las tasas de interés de Banca Solidaria son tasas solidarias porque convienen al emprendedor. No son tasas para esclavizar, sino para liberar.

Gracias a Banca Solidaria, Daniel está colocando sus joyas en el Museo del Ámbar de Puerto Plata y en hoteles de Bávaro.

Y es que Banca Solidaria no se la inventó Danilo Medina para enriquecer a su aparente dueño (el Gobierno), sino para que los negocios de los emprendedores pobres y de clase media baja puedan crecer.

Banca Solidaria no procura lucrarse mediante la pobreza (indefensión y debilidad) de sus clientes, por la sencilla razón de que el dueño de Banca Solidaria es el pueblo dominicano, cuya representación la ostenta el gobierno de Danilo Medina.

En la gestión de gobierno del presidente Danilo Medina, muchos negocios de los emprendedores pobres y de clase media baja han podido crecer y tener acceso al crédito.

Algunos prestamistas usureros están molestos porque dicen que el negocio de prestar es de ellos, que Banca Solidaria no debe meterse en su "mercado", que los dejen prestar a ellos nada más, a las altas tasas de interés a las que nos tienen acostumbrados, que son, vuelven y dicen los usureros, las "verdaderas tasas del mercado". 

Firme, el Gobierno de Danilo no se ha dejado intimidar. Banca Solidaria tiene más dinero disponible para prestar (5,000 millones de pesos el año pasado) y ha abierto 63 sucursales en todo el país. 

Y como los pobres son buena paga, Banca Solidaria recupera cada mes cerca de RD$260 millones de pesos que recoloca inmediatamente.

Finalmente, otra buena noticia: Daniel está colocando sus joyas en el Museo del Ámbar de Puerto Plata y en hoteles de Bávaro.

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